El chat y otras formas de
comunicación escrita a través de medios digitales responden a los rasgos
culturales de una sociedad que pasa gran parte del día rodeado de diferentes
pantallas electrónicas. Contrariamente a lo que se suele repetir, más por prejuicios
(y desconocimiento) que por razones, el uso de estos medios no representa por
sí mismo un riesgo para el idioma sino que, por el contrario, está dando lugar
a la aparición de nuevos códigos y formas de expresión escrita (un lenguaje y
una escritura) adecuados a las características de los medios utilizados.
Los distintos servicios
para el intercambio instantáneo de mensajes a través de medios electrónicos
establecen modos de comunicación escrita asimilables en varios aspectos a
formas orales de comunicación. El chat y servicios similares le dan a la
escritura una dimensión espacio temporal marcada por la inmediatez en la
trasmisión de los textos que impele a reproducir el ritmo de una conversación.
Así como la escritura
surgió como “ayuda memoria”, necesario registro de actividades y normas
comerciales, legislativas y religiosas, estos modos de escritura buscan recrear
la agilidad e informalidad de una charla entre amigos , sin aspirar a ningún
tipo de registro ni trascendencia a través del tiempo. Una escritura no
documental, efímera.
Escribir en el chat requiere
una fluidez que hace que en
muchas ocasiones los
interlocutores prefieran dejar de lado las reglas gramaticales y ortográficas
en búsqueda de una mayor eficacia comunicativa. Esto hace que sea habitual, en
especial entre niños y jóvenes, el uso masivo de abreviaciones y contracciones
que han ido creando un nuevo sistema de codificación en el que las vocales
muchas veces son sacrificadas, y en el que con fin de expresar mejor aquello
que se desea decir, se introducen diversos recursos tipográficos y un número
creciente de iconos, conocidos como emoticones, que a modo de pictogramas
electrónicos son utilizados para describir estados de ánimo, situaciones,
personas e incluso algunas acciones, .
Paradójicamente en plena
“civilización de la imagen”, y como consecuencia de la expansión social de los
medios digitales, millones de personas en todo el mundo se comunican
escribiendo. Alejados muchas veces de las reglas gramaticales y ortográficas
establecidas, es cierto, pero utilizando elementos propios de la comunicación
escrita mediante un nuevo (y rico) modo de codificar el lenguaje oral y gestual
(no verbal) propios de una conversación.
CIBERLENGUAJE JUVENIL EN LAS REDES SOCIALES
Se denominan funciones del
lenguaje aquellas expresiones del mismo que pueden trasmitir las actitudes del
emisor (del hablante, en la comunicación oral y del escritor, en la
comunicación escrita) frente al proceso comunicativo.
El lenguaje se usa para
comunicar una realidad (sea afirmativa, negativa o de posibilidad), un deseo,
una admiración, o para preguntar o dar una orden.
Según sea como utilicemos
las distintas oraciones que expresan dichas realidades, será la función que
desempeñe el lenguaje.
El lenguaje tiene seis
funciones:
1. Función Emotiva
2. Función Conativa
3. Función Referencial
4. Función Metalingüística
5. Función Fática
6. Función Poética
1. Función emotiva: El mensaje que emite el emisor hace referencia a lo que siente, su
yo íntimo, predominando él, sobre todos los demás factores que constituyen el
proceso de comunicación.
Las formas lingüísticas en
las que se realiza esta función corresponden a interjecciones y a las oraciones
exclamativas.
Ej:
- ¡Ay! ¡Qué dolor de
cabeza!
-¡Qué gusto de verte!
-¡Qué rico el postre!
2. Función Conativa: El receptor predomina sobre los otros
factores de la comunicación, pues la comunicación está centrada en la persona
del tú, de quien se espera la realización de un acto o una respuesta.
Las formas lingüísticas en
las que se realiza preferentemente la función conativa corresponden al vocativo
y a las oraciones imperativas e interrogativas.
Ej:
- Pedro, haga el favor de
traer más café
- ¿Trajiste la carta?
- Andrés, cierra la
ventana, por favor
3. Función referencial: El acto de comunicación está centrado en el
contexto, o sea, en el tema o asunto del que se está haciendo referencia. Se
utilizan oraciones declarativas o enunciativas, pudiendo ser afirmativas o
negativas.
Ej:
- El hombre es animal
racional
- La fórmula del Ozono es
O3
- No hace frío
- Las clases se suspenden
hasta la tercera hora
4. Función
metalingüística: Se centra en el código
mismo de la lengua. Es el código el factor predominante.
Ej.
- Pedrito no sabe muchas
palabras y le pregunta a su papá: ¿Qué significa la palabra “canalla”?
- Ana se encuentra con una
amiga y le dice: Sara, ¿A qué operación quirúrgica te refieres?
5. Función fática: Consiste en iniciar, interrumpir, continuar o finalizar la
comunicación. Para este fin existen Fórmulas de Saludo (Buenos días, ¡Hola!,
¿Cómo estai?, ¿Qui ´hubo?,
etc), Fórmulas de Despedida (Adiós, Hasta luego,
Nos vemos, Que lo pases
bien, etc.) y Fórmulas que se utilizan para Interrumpir una conversación y
luego continuarla ( Perdón....., Espere un momentito...,
Como le decía..., Hablábamos
de..., etc).
6. Función poética: Se utiliza preferentemente en la literatura.
El acto de comunicación está centrado en el mensaje mismo, en su disposición,
en la forma como éste se trasmite. Entre los recursos expresivos utilizados
están la rima, la aliteración, etc.
Ej:
- “Bien vestido, bien
recibido”
- “Casa Zabala, la que al
vender, regala”